Agonizo presa entre besos mudos, atada a imágenes siamesas.
Me atravieso los ojos mientras te pienso, ya nada duele,
solo queda el silencio.
He visto caer las estrellas, los sueños quebrados, la ilusión desolada.
Las lagrimas mancharon la rosa blanca, con las mismas presagie en mis cristales las mañana sin sus alba.
No puedo decir que he muerto, sería demasiado bueno junto a este dolor inmenso.
Sé que me he secado, no he podido retener mas pestañas en mis manos, la soledad me acaricia, me palmea como a una buena niña, siento la tristeza en su mirada, en sus ojos mi agonía, solo sobreviven los sueños ya perdidos.
He jugado en tu boca todos mis colores, sobrevuelan mariposas noches.
Quiero donar mis parpados, solo veo la luz negra e infinita.
Adriana Olivares.