sábado, 15 de octubre de 2011

Me dueles

Me duelo, me dueles
Me muero, me mueres.
Me lleno de preguntas sin respuestas
De lagrimas sin ojos
De ojos sin miradas
Hago catarsis con las letras
te formo
te amo
me entrego
siendo lo que no soy por complacerte
Y no bastó
y  no alcanzó
la soledad es este frio que me quema
cuando afuera el sol solo calienta las mañanas.

Me desbordo de mis yoes
de todas esta ellas que te adoran
que desgarran mi piel
para salir y asaltarte
en el suplicio de enterarse
 porque nos abandonas
cuando casi en la puntas de los dedos
nos pernoctas.

Ellas regresan
me abrazan,
las como con mis uñas
y la sangre que me sangra
en las lagrimas
en los dedos
en la mente de pensarte.
las arrullo
pero insisten
y preguntan
y pregunto con el último aliento
cuando exhalo.
Porque no te alcanzamos?
Adriana. Olivares.

jueves, 13 de octubre de 2011

LA MUERTE Y LAS ALAS


Me siento una lepidóptero -extremadamente rara-: la Pterourus,
su color noche germinadó en la muerte, vive en constante apagamiento.
Ambas caminamos en sentido contrario al mundo, nos extinguirá el hombre,
a ella, robaran el alma a mi, las alas...

Dueles

Tu mirada, curso aventurado amando en mi tormenta
caminando por el filo helado de una brújula rota.
Sabor vacio, indisoluble de tu nombre en mi garganta
Deseo fugas de ser gota y no sal en el océano ocre de tus cuencas
Dueles, sol exorcizado en las noches de mis manos dilatadas.

Cenit


Déjame ahogar las tardes en tus pupilas.
No me hables de distancia,
que en la piel me llueve tibio oleaje
y el aguacero se torna helado en las manos.
Me duelen las alas de volar en la tormenta
Soy Eva vestida de manzana
Cenit despierto
El deseo ambiguo de quererte,
enredarte
y naufragar en tus riveras.
Porque no se me ocurre dejar de saberte
ni extinguir mi rito de pensarte.
A.E.O

Otoño

No desenredare
esta madeja
de suspiros, de alas y secretos.

Solo guarecerme del olvido
pierdeme en tu sueño
y déjame descansar...
en vos

A cada paso muero, con las alas mojadas de un otoño incierto.
Ya no podre ayudarte a remontar el cielo, el temblor me quiebra
Tengo frio y miedo, en las palabras no caben más palabras
Soy solo este cuerpo rojo de mujer desierta…

AUSENCIAS...

Me acostumbré a tus ausencias, quizás estabas dentro,
tan adentro mío, que eso me bastaba, como nervaduras de hoja apretadas.
Te lloraba en silencio, si la lejanía entre mi vaina y tu tallo golpeaba.
Aun así, bordes, limbo, nudo, éramos del todo sus partes.
-Nos podían nombrar separados, pero jamás separarnos-.
Yo sentía que me amabas, como a un misterio,
como un mandamiento caído del cielo.
Las hojas se me hacían alas y con mis alas te abrazaba
La vida pasaba encima, debajo, por dentro, nunca me subía en ella
buscando encontrarte y aferrarme a tus ojos de ceibo,
acostumbre a ser tallo en silencio. Y si la vida pasaba, que pasara, 

yo tenía en las ausencias una flor en el pecho.

Nos podían nombrar separados, pero jamás separarnos,
porque tú y yo éramos de la naturaleza armonía y existencia...

Te amo...


En mis manos llevo tus recuerdo,
olores, cantos
y el susurro del viento.
Si no te pienso
La pluma se torna llanto
Y mis dedos agujas de cristales
escribiendo libros carente de palabras.

Entonces,
me aferro con mis piernas de tu cintura
rozándote con muslos desnudos de luna.
Inmersa en los caudales de tu boca
enciendes la tarde, llenando de olas mi playa
y de la espuma blanca de tus ojos
renazco para seguirte amando.

REALIDADES...

Quizás amor no nos pertenezca el tiempo,
pero nos aclama el ser y el sentimiento.
Sobrevuelan sensaciones sin que nos toquemos
y no hace falta ,
una noche bastaría para ser eternos,
bebernos la luna, inhalarnos en deseo.
Negar el pecado que nos nombra,
nos motiva a ser la inspiración
que desangramos en versos.
Ser prohibidos no impide ser nuestros,
hacerte mío, cuando ya lo eres por entero,
porque tú y yo nos pensamos despiertos,
escribiendo esta historia día a día,
con noches donde sobran las palabras
cuando solo nos tenemos.
Me desbordas sentimientos,
obsesiones, me enamoras, me calmas,
generas esta lucha de amarte
y odiarte en un mismo tiempo.
Puedo confundirme, fingir marcharme,
intentar cambiar nuestros nombres,
pero jamás cambiar nuestros cuerpos,
donde ajenos y sublimes se desnudan
las caricias y los sueños
cuando escapas conmigo vulnerando los sentidos
en la fragilidad de este amor donde renacemos.

Poesía

Ladrones de tu vuelo
intentando sembrarte
cortaron mis alas
profanaron mi nido
condenándote
a no andar mis caminos.

Pequeño temblor
de plumas recién nacidas
alimentaron con dolor
tu amor, blanca inocencia.

Tan deshumana razón
no reconoció el don
de un vuelo primoroso
que solo Dios legó.

Por su sola complacencia
balbucean sin sentido
(loca… loca…)
Dos verdades oscuras
que otro humano bien sabido
jamás permitiría.

Te regalo
El azul del llanto.
La magia de elevarse.
La libertad preciada,
de estar libre de pecado.

Me consagro reina
de mis pies alados
que sueñan enraizados
pegados a este suelo
un mundo sin mentiras
donde tú no caves.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Dolor...


Sigo dormida en la espesura de palabras nunca dichas
tejidas con miradas que asumieron luces  apagadas.
Donde la eternidad no tiene fondo si te nombro
el dolor construyo murallas mientras llovían soledades.
Mi boca encadenada siente pasar las noches
un coro de pájaros canta mi epitafio.
Como intentar mostrarte lo que ya conoces de mi alma
Como decirte donde estoy, si solo existo donde posa tu mirada…

domingo, 9 de octubre de 2011

EN TI



             -EN TI ENCUENTRO MI VERDAD OCULTA-

Identifico tantas cosas mías en ti, que el parecido me enloquece.
Suelo tener la sensación de estar dentro de tu mente.
Cuando algo te pertenece lo percibo, lo siento, lo vivo, como una película en cámara lenta. 
Descifras secretos, haciendo que todo de vueltas, transformándome lentamente en tus espejos. 
Estoy atada a ti, tan naturalmente que no requiere ninguna ley 
que lo refuerce, experimentando un gozo espontaneo que se va diluyendo lentamente porque la dependencia es esclavitud, mata la libertad y el amor no puede florecer, por ser una flor de libertad y paz.
Cuando encuentro mis sueños en tus dedos y en tus manos mis verdades, el corazón se hace pequeño dentro de un puño grande que sin presionarlo lo contiene y es esa contención que me subleva al sentirme tu pertenencia, ante el miedo de perder mi yo supremo, donde alma, cuerpo y mente se guarecen.
Son esas similitudes en mi búsqueda interna que te encuentran, llevándome a transcribirme en erotismo, letras improntas en tu piel, que te hablen constantemente de que soy y existo, cuando llega ese reflejo de tus modos, de esa sensual locura tuya que nace mía con tu nombre, estallando en mi interior, actuando en palabras como un ser insaciable buscando su otro medio, guiado solamente por la sin razón del instinto más primitivo de tu subconsciente y el mío. 
Que va mas allá de todo acto comprensible por la lógica o la sensatez de un medio que no nos reconoce ni nos sustenta...

sábado, 8 de octubre de 2011

Bello ser humano

Tu, bello ser humano
eres indispensable para mí.
Con tus errores y virtudes
Vicios y avaricias
Amores y odios
Naufragios y triunfos.

Sustentas mi grandeza
al encontrarme en tu mirada.
Solo al perdonarte me perdono
Amarte me salva de mi olvido
Escuchándote mis palabras vibran
Sobre todo, sufrir con tu dolor
me hace consciente de que existo…
Adriana. Olivares.

YO TE ESCUCHO

Te escucho,
aun sin poder verte
deshilando los segundos,
en mis tiempo arenosos
mientras crece la marea
y agiganta la tormenta el horizonte
estrechando mis alas
para enarbolar las distancias.

Te escucho,
al sembrar sirenas donde silba la tarde.
Mientras amaina la noche
la secreta tumba de tu cuerpo.
Cuando enciende la vida
en cada día una lumbre nueva.

Te escucho
Cuando bebes mi nombre gota a gota
destilando hilos transparentes
que desvisten la sed
de un amor
que existe entre murallas
de tiempo, razón y distancia.

Nadie más me nombra letra a letra
apretando con sus labios
curvas, pieles y silencios,
escondiendo sombras y barrotes
liberando ilusiones y sueños.

Te escucho
Remover los mares de mi nombre
que naufragan las orillas serpenteantes
de tu ALMA donde soy prisionera
codorniz desentrañanda entre tus manos.

Aunque no digas
nunca más nada
yo te escucho…
Ariana. Olivares.