jueves, 13 de octubre de 2011

Poesía

Ladrones de tu vuelo
intentando sembrarte
cortaron mis alas
profanaron mi nido
condenándote
a no andar mis caminos.

Pequeño temblor
de plumas recién nacidas
alimentaron con dolor
tu amor, blanca inocencia.

Tan deshumana razón
no reconoció el don
de un vuelo primoroso
que solo Dios legó.

Por su sola complacencia
balbucean sin sentido
(loca… loca…)
Dos verdades oscuras
que otro humano bien sabido
jamás permitiría.

Te regalo
El azul del llanto.
La magia de elevarse.
La libertad preciada,
de estar libre de pecado.

Me consagro reina
de mis pies alados
que sueñan enraizados
pegados a este suelo
un mundo sin mentiras
donde tú no caves.

No hay comentarios: