jueves, 10 de mayo de 2012

UNA NOCHE CUALQUIERA


Muerta la niña de espera
pinta en las paredes sus heridas
su manos llenas de sangre
revisten soledades.

Ella no espera parir soles
solo engendra nieblas
y chasquidos en penumbras.

Su piel virgen de surcos
no cuenta su verdadera historia.
Ella se acurruca cada noche
transversal a la herida que no porta.

Ha renunciado
dejando una mancha en su sombra
y su cuerpo frío mármol.

Un anochecer cualquiera
la niña muerta, será solo fantasma
dado a luz en las tinieblas…


Adriana. Olivares.

2 comentarios:

Natalia dijo...

ese día habrás muerto de vida.
(Soy Natalia, un poema o tal una gitana)

Colin Smith dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.